¿Debe Luis Abinader hacer cambios en el tren gubernamental este 16 de agosto?

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Por Valerio Ventura – Hablemos En Serio, @hechosnoticiasrd

Este 16 de agosto, como cada año, se abre una ventana política que en República Dominicana tiene un peso simbólico y estratégico: el Día de la Restauración. Pero más allá de la efeméride, la pregunta que muchos se hacen es si el presidente Luis Abinader debe aprovechar esta fecha para hacer cambios en el tren gubernamental. Y mi respuesta, como comunicador comprometido con la verdad y el interés público, es clara: sí, pero no cosméticos. Cambios reales, estratégicos y valientes.

🔍 ¿Por qué hacer cambios?

  • Desgaste natural del poder: A cuatro años de gestión, hay funcionarios que han perdido el impulso inicial. Algunos se han acomodado, otros han generado ruido innecesario. El país necesita sangre nueva en áreas clave.
  • Crisis de credibilidad en sectores sensibles: Salud, educación, seguridad ciudadana y transporte son áreas donde la ciudadanía siente que las promesas no se han cumplido. No basta con defender lo hecho; hay que corregir lo que no funciona.
  • Reconfiguración política post-elecciones: Tras las elecciones municipales y congresuales, el mapa político ha cambiado. El gobierno debe adaptarse, no solo para gobernar mejor, sino para evitar que el poder se convierta en burbuja.

⚖️ ¿Dónde deben venir los cambios?

  • Ministerios con bajo rendimiento: Hay carteras que no han logrado articular políticas públicas efectivas. No se trata de castigar, sino de reconocer que el país necesita resultados, no excusas.
  • Direcciones generales y organismos autónomos: Muchas veces el foco está en los ministros, pero hay direcciones que manejan presupuestos millonarios y operan con poca supervisión. Ahí también debe haber revisión.
  • Portavoces del gobierno: La comunicación oficial ha sido, en ocasiones, reactiva y poco empática. En tiempos de redes sociales y desinformación, el gobierno necesita voceros que conecten con la gente y defiendan con argumentos, no con arrogancia.

🧩 ¿Qué tipo de cambios NO sirven?

  • Cambios por presión mediática: No se trata de ceder ante titulares, sino de evaluar con rigor. Cambiar por escándalo sin investigar es populismo administrativo.
  • Cambios para premiar lealtades políticas: Si los nuevos nombramientos responden a cuotas partidarias y no a méritos, el cambio será solo maquillaje.
  • Cambios sin visión de futuro: No basta con mover fichas. Hay que tener un plan. ¿Qué se quiere lograr con estos cambios? ¿Qué indicadores se van a mejorar?
  • 📊 ¿Qué dice la gente?

    La calle habla, y hay que escucharla. Encuestas recientes muestran que, aunque Abinader mantiene niveles de aprobación relativamente altos, hay un creciente malestar por la falta de soluciones concretas. El pueblo no quiere discursos, quiere resultados. Y para eso, a veces hay que cambiar el equipo.

    🧠 Reflexión final

    Cambiar no es debilidad. Es madurez política. Es reconocer que gobernar es un proceso dinámico, que requiere ajustes, rectificaciones y, sobre todo, humildad. Si el presidente Luis Abinader quiere cerrar su segundo mandato con fuerza, debe demostrar que no le tiembla el pulso para hacer lo que el país necesita, aunque eso implique incomodar a su propio círculo.

    Este 16 de agosto no puede ser una fecha más. Tiene que ser un punto de inflexión. Porque Hablemos En Serio: gobernar bien no es solo hacer obras, es también saber cuándo cambiar de rumbo.


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